El día comenzó tranquilo, nos montamos en el autobús y, aunque el camino era un poco largo, los peques no dejaron de cantar y de reír durante el trayecto.
Una vez estuvimos en el Huerta la Yanna, dejamos nuestras mochilas en una caseta fresquita y nuestros alumnos se dividieron en grupos, cada uno con una monitora.
Después comenzó la diversión, fueron rotando entre diversos talleres: plantas aromáticas, investigación y búsqueda de bichitos, taller de las mariposas, regaron plantas y recolectaron semillas que luego se llevarían a casa para plantarlas, conocieron a los animalitos que vivían allí y pudieron hacer un tour en carro por tooooooda la huerta.
CONCLUSIÓN: ellos disfrutaron y lo pasaron pipa y las seños...